domingo, 25 de mayo de 2008

Lengua Teórico




INTEGRIDAD HISTÓRICA DEL PARADIGMA SAUSSIRIANO

Ferdinand de Saussure, formado en la doctrina neogramática de finales del siglo XIX, e influenciado fuertemente por el norteamericano W. D. Whitney, acoge el planteamiento central de esta escuela de pensamiento: “el lenguaje es fundamentalmente un mecanismo psicofísico que debe haber sido igual en todas las épocas” (Patiño, 1999:29). Su identificación con este postulado, junto con su plena convicción sobre la íntima relación entre la lengua y el carácter nacional de la misma, tema dominante en la teoría humboldtiana del siglo XVIII, llevan a Saussure a plantear su concepto de lengua directamente relacionado con la identidad espiritual del pueblo respectivo. En este sentido, los planteamientos saussirianos se pueden entender mejor a partir de un análisis de las motivaciones centrales de los movimientos intelectuales de los siglos XVIII y XIX. Citando a Robins (1967:112), Patiño (1999:18) señala que “factores como el colapso del latín, el reconocimiento de los idiomas nacionales y la información sobre lenguas exóticas en otros continentes, contribuyeron al sentimiento de que era posible crear nuevos códigos para las necesidades de esos tiempos.”

Uno de los grandes aportes de Saussure al estudio del lenguaje fue, precisamente, su elaboración teórica, resultado de la aceptación de una invitación hecha por los neogramáticos a “situar en perspectiva histórica todos los resultados de la comparación y encadenar así los hechos en su orden natural” (Saussure, 1916:29). Pensaban que para lograrlo, la lingüística debía buscar en las ciencias naturales un modelo de objetividad y rigor (Patiño, 1999:30). Saussure recurre, entonces, a la observación y búsqueda de regularidades del método comparativo en el cual fue formado; sin embargo, no lo adopta para dar cuenta de la evolución de las lenguas, sino como un medio para dar cuenta de la realidad presente del lenguaje.

Su experiencia en el uso del método de la gramática comparativa le permitió, en consecuencia, llegar a la conclusión de que debía existir un sistema abstracto a partir del cual todo hablante de una lengua podía producir oraciones con significado. Por ello entendió la langue ‘lengua’ como un mecanismo del lenguaje y como un sistema de mecanismos semióticos, para cuya descripción dio cuenta de las condiciones de posibilidad de la actividad de significación y sus unidades constitutivas.

Mientras trataba de describir este sistema abstracto que tanto le interesaba, tuvo que pensar en cómo representarlo, teniendo en cuenta que este modelo debía estar siempre presente para que funcionara lo que él llamaba parole ‘habla’, y que no debía experimentar cambios a través del tiempo. Este problema lo resolvió con el principio de arbitrariedad del signoy la distinción entre sincronía y diacronía. Citando a Mounin (1967:149), Patiño (1999:16) afirma que el concepto de arbitrariedad del signo lingüístico es un legado de Condillac, principal soporte filosófico de los gramáticos ilustrados, el cual pudo haber llegado a Saussure a través de Bréal. Condillac sostenía que la gramática tenía “dos clases de principios: los universales, derivados de la naturaleza del pensamiento humano, y los particulares, que resultan de las convenciones cambiantes de los idiomas individuales” (Patiño, 1999:16).

Con respecto a la distinción sincronía y diacronía, ésta presentaba una nueva complicación: la confusión entre sincronía y estabilidad. El lenguaje, al ser analizado en cualquier momento en el tiempo, no era una realidad fija sino dinámica, debido a los múltiples usos de los hablantes en un momento dado (variaciones muy sutiles entre los miembros de una comunidad, jóvenes, ancianos, mujeres, hombres, etc). Sin embargo, decir que la diacronía y la sincronía no son en realidad dimensiones diferentes, no invalida la idealización que se hace de estos conceptos sino que se establece los límites de sus planteamientos como verdades absolutas (Widdowson, 1996:23).

Otro de los problemas que encontraba Saussure en la elaboración de sus planteamientos era aquél referido a la pregunta ¿cómo se podían definir las unidades lingüísticas? Su ya muy conocida solución fue la elaboración del concepto de signo lingüístico como un todo integrado por un significado y un significante (estas dos últimas entendidas como entidades psíquicas), y la definición del sistema del signo como un sistema de valores (Nerlich, 1986:268). Para la articulación entre signos (no entre las unidades constitutivas del mismo), trabajó mucho más a fondo la importancia del principio de linealidad de la cadena hablada.

Tomado de:

Un análisis paradigmático de los aportes de
F. de Saussure y N. Chomsky
al campo de los estudios del lenguaje

A paradigmatic analysis of Ferdinand de Saussure’s and Noam Chomsky’s
contribution to the field of language studies


DORIS ADRIANA SANTOS CAICEDO
Profesora asociada
Departamento de Lingüística
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA E mail:dasantosc@unal.edu.co

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-338X2005000100009&lng=pt&nrm=iso

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya estudiaron las dicotomías en Saussure?

Anónimo dijo...

dimos:
Sincronía/diacronía
Lengua/habla
Significante/significado

creo que falta sintagrama/paradigma
y no se si daremos identidad/diferencia