miércoles, 17 de septiembre de 2008

“EL DISEÑADOR DE SONIDO: FUNCIÓN Y ESQUEMA DE TRABAJO”



Extraído de http://www.infoamerica.org/articulos/textospropios/pabloiglesiassimon/eldisenadordesonido.pdf

“EL DISEÑADOR DE SONIDO: FUNCIÓN Y ESQUEMA DE TRABAJO”
Pablo Iglesias Simón

Referencia para citas: IGLESIAS SIMÓN, Pablo.“El diseñador de sonido: función y esquema de trabajo”, ADE-Teatro Nº 101. Julio-Agosto 2004. Págs. 199-215.

1- A MODO DE INTRODUCCIÓN

Hablar del diseñador de sonido es quizás intentar tratar un tema que muchos ni siquiera se hayan planteado: la importancia del sonido dentro de las puestas en escena y la necesidad de que un especialista se encargue de su concepción y articulación. Hoy en día ya no hay ningún productor o director de escena que sienta como prescindibles la presencia en cualquier espectáculo de un escenógrafo, un diseñador de vestuario o un diseñador de iluminación que aseguren que a nivel visual se plasmen de la manera más adecuada y precisa los planteamientos del director de escena y al mismo tiempo contribuyan con su saber técnico y artístico y sus facultades creativas a articular los requerimientos visuales de la puesta en escena. No obstante, es bien sabido que el teatro no es un arte meramente visual. Es por necesidad una creación audiovisual1 y por tanto es necesario que el director, al igual que sucede en el segmento visual, se acompañe de un colaborador capaz de asistirle en la concepción, articulación y elaboración de la parcela sonora. De esta necesidad de darle al segmento sonoro la cualidad artística y narrativa necesaria para que se integre en el hecho escénico, surge la figura del diseñador de sonido.
Hoy en día, no obstante, en nuestro país la presencia de este profesional es más bien escasa, la mayoría de los espectáculos no líricos acusan claras carencias en referencia al segmento sonoro y desde algunos sectores de la dramaturgia y la dirección escénica se desconocen, respectivamente, las sugerencias que con respecto al sonido se pueden incluir en el texto literario dramático y el lugar que el mismo puede ocupar dentro del espectáculo teatral.
Nuestra intención con este artículo es ayudar a que se afiance la necesaria presencia del diseñador de sonido en nuestros espectáculos y apoyar la pionera labor que
1 Como podrá comprobarse hemos obviado la apelación al resto de los sentidos (olfato, gusto, tacto) que se ha introducido en numerosas experiencias concretas dentro del ámbito teatral. Consideramos que éstas constituyen hechos aislados que de ninguna forma, y al menos por el momento, se han traducido en posteriores desarrollos y aplicaciones o puedan considerarse pilares sobre los que se apoye el hecho escénico (constituyendo, más bien e, insistimos, por el momento, “accesorios” a un discurso audiovisual ya completo). Quizás en el futuro se dé un profundo desarrollo en estas parcelas dentro del ámbito teatral y tengamos que empezar a hablar de diseñadores de sensaciones olfativas, gustativas y táctiles.
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diseñadores como Eduardo Vasco, Francisco Grande o Jordi Collet están realizando. Esperamos que esto permita que algunos que empezamos a abrirnos camino en esta profesión, como José Bornás y servidor, podamos en el futuro referirnos a uno de los perfiles de nuestro currículo profesional sin que nadie se pregunte por la utilidad y especificidad de nuestra tarea.
2- LA FUNCIÓN DEL DISEÑADOR DE SONIDO
Para hablar del diseñador de sonido en nuestra opinión lo más adecuado es empezar por determinar sus funciones específicas dentro del proceso de puesta en escena de un espectáculo concreto.
A este respecto podemos definir al diseñador de sonido como un colaborador del director de escena que se encarga de las siguientes tareas:
- Seleccionar los sonidos que aparecerán en el espectáculo determinando su tipología, cualidades, origen, carácter, función, autoría, el grado de evidenciación de los mecanismos de producción de los mismos, la tipología de sus fuentes sonoras y las cualidades de los entornos sonoros ficcionales en los que se manifestarán.
- Ordenar e interrelacionar los mismos de manera que se integren dentro de un diseño de sonido original que disponga de una estructura temporal (cronológica y sincrónica) y espacial.
- Elaborar la hoja de sonido, el libreto de sonido y el plano de sonido y establecer el plan de trabajo a seguir para la materialización del diseño de sonido.
- Determinar los sonidos brutos concretos que se deberán obtener (sonidos preexistentes) o crear (sonidos originales) para hacer posible la materialización del diseño de sonido.
- Obtener las músicas y efectos de sonido preexistentes necesarios.
- Supervisar la composición de la música original en el caso de que fuera necesaria.
- Supervisar la grabación de música y sonidos originales.
- Determinar las modificaciones (edición y mezcla) a las que deberán someterse los sonidos brutos (obtenidos o grabados) para adaptarse a los requerimientos del diseño de sonido.
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- Supervisar (o, preferiblemente, ejecutar el mismo) la edición y mezcla de los sonidos brutos así como la grabación de las copias finales en los soportes que se utilizarán en el espectáculo.
- Determinar la configuración concreta del equipo de sonido que será utilizado para la materialización de su diseño en el espacio de la representación.
- Supervisar el montaje del equipo de sonido completo en el lugar de la representación de acuerdo a su diseño.
- Asistir a cuantos ensayos convencionales, técnicos y generales sean necesarios para corregir, ajustar y actualizar su diseño de sonido de forma que se asegure su óptima integración dentro del espectáculo teatral tal y como lo tiene planteado el director de escena.
Siendo estas las labores fundamentales del diseñador de sonido dentro de un espectáculo, la experiencia nos demuestra, sin embargo, que en la mayoría de las ocasiones esta figura asume muchas otras funciones propias de otros profesionales del ramo el sonido tales como el técnico de sonido, el compositor e incluso el intérprete musical. En este sentido es práctica habitual que el diseñador de sonido asuma determinadas tareas pertenecientes al técnico de sonido tales como encargarse de realizar la edición, mezcla y grabación de las copias finales de las músicas y sonidos necesarios en los soportes que se utilizarán en el espectáculo o, inclusive, ocuparse de grabar los sonidos requeridos no existentes en las bibliotecas de efectos disponibles. Aunque este otro extremo no es nada frecuente en ocasiones el diseñador de sonido suplanta al compositor componiendo las músicas originales requeridas para la representación e incluso ocupa el lugar de los intérpretes musicales ejecutándolas él mismo.
En nuestra humilde opinión, y así es como realizamos nuestra labor los colegas cuyas prácticas laborales conocemos y servidor, nos parece deseable y positivo el hecho de que el diseñador de sonido se encargue de la edición y mezcla del sonido: esto sin duda le permite afinar aún más la óptima realización de su creación. Sin embargo no nos parece adecuado que se ocupe de la composición y la interpretación musical, ya que constituye un innecesario intrusismo profesional que en ningún caso mejora la calidad del resultado final. Es por tanto deseable que las tareas de composición e interpretación sean asumidas por compositores e intérpretes musicales profesionales, evitándose de esta forma un menoscabo del material último que será presentado al espectador.
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3- EL ESQUEMA DE TRABAJO DEL DISEÑADOR DE SONIDO
Ya hemos hablado de las funciones que el diseñador de sonido debe cumplir dentro del marco de una puesta en escena. Para ahondar aún más en las implicaciones de esas funciones y en las peculiaridades que le son propias nos parece que lo más adecuado es inscribirlas dentro de su esquema de trabajo.
El esquema de trabajo que a continuación incluimos ha sido fruto de las sugerencias recogidas de la experiencia de otros colegas y de la nuestra propia y de una profunda reflexión personal acerca de cómo debería desarrollarse la práctica concreta del diseñador de sonido.
Hemos decidido dividir esta práctica en cuatro fases claramente diferenciadas:
- Preproducción, que es la fase de análisis y planificación.
- Producción, que es la fase de recopilación, creación y grabación de los materiales sonoros brutos necesarios.
- Postproducción, que es la fase de modificación y alteración de los materiales brutos generados o recopilados durante la fase de producción de forma que se ajusten a los requerimientos del diseño de sonido.
- Diseño en sala, que es la fase en la que se monta y comprueba en el espacio concreto de la representación el equipo técnico necesario para la materialización del diseño de sonido y su integración dentro del espectáculo que finalmente se mostrará al público.
Antes de pasar a analizar las tares concretas que deben acometerse en cada fase, debemos aclarar que la presente división del sistema de trabajo del diseñador de sonido debe entenderse únicamente como una segmentación metodológica en vistas a presentar de una forma lo más clara posible las particularidades del mismo. En la práctica es habitual que las diferentes fases se entrelacen, se afecten e, incluso, se confundan no desarrollándose de una manera estrictamente secuencial y contaminándose unas a otras. En la Figura 1 podemos ver las múltiples interrelaciones que se pueden producir entre todas las fases que componen el proceso de trabajo del diseñador de sonido, siendo no obstante de modo genérico la fase de preproducción la iniciadora del mismo. Como veremos que plantea el esquema de la Figura 2 (de ahí las flechas de doble dirección), en realidad, en la mayoría de las ocasiones, descubrimientos hechos en las fases de producción, postproducción, diseño en sala o a lo largo del proceso de ensayos hacen que muchos de los planteamientos de la fase de preproducción sean reformulados.
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Asimismo debe tenerse en cuenta que el presente esquema de trabajo intenta reflejar lo que sería una situación ideal dentro del actual panorama de producción teatral de nuestro país. Por tanto, damos por sentado que el proceso de producción del espectáculo comienza cuando un productor (o un director autoproductor) decide promover la puesta en escena de un texto literario dramático concreto y encarga esta labor a un director (en el caso del director autoproductor, éste se hace el encargo a sí mismo). Éste intrépido director acomete la ardua tarea eligiendo un equipo artístico compuesto al menos, y en condiciones ideales, de los actores necesarios, un dramaturgista, un escenógrafo, un diseñador de vestuario, un diseñador de iluminación y un diseñador de sonido2. Por tanto, nuestro esquema de trabajo debe entenderse como inscrito dentro de este sistema de producción teatral imperante en el que el diseñador de sonido es escogido para elaborar el espacio sonoro3 de la puesta en escena que un director determinado realizará sobre un texto literario dramático concreto y preexistente...
Continúa en http://www.infoamerica.org/articulos/textospropios/pabloiglesiassimon/eldisenadordesonido.pdf

1 comentario:

Anónimo dijo...

interesante....