lunes, 31 de mayo de 2010

El concepto de Pulsión según Freud

El concepto de Pulsión según Freud

Hoy les traigo un concepto bastante difícil de asimilar cuando se está estudiando por primera vez a Freud. Para llegar a entenderlo, muchas veces debemos realizar muchas lecturas, para adentrarse en la profundidad de lo que implica el concepto de pulsión en la teoría psicoanalítica. Tal vez asimilar el concepto de pulsión, sea la parte más árida, pero que cuando se aborda los casos clínicos, se hace más esclarecedor.

Con el concepto de pulsión, citado por Freud por primera vez en el texto sobre el caso Schreber, introduce la diferencia entre lo instintivo, propio del mundo animal, de lo pulsional, propio del hombre. En el texto citado, Freud define a la pulsión como un concepto fronterizo de lo somático respecto a lo anímico y como el “representante psíquico de poderes orgánicos”. Y en Tres Ensayos para una Teoría Sexual (1905), en uno de los prólogos agregado en 1914, la define como la “agencia representante psíquica de una fuente de estímulos intrasomática”.

Antes de esta novedad de Freud, se tenía la idea de que el hombre era esclavo de sus instintos, al igual que los animales, y que a la merced de sus instintos, el hombre se comportaba como un ser irracional. Es decir, lo instintual era la parte irracional del hombre. También se partía de la idea, de que el hombre era capaz de controlar esa fuerza irracional o escapar a dicha fuerza. Como en algunos dichos populares "domar el burro".

La pulsión para Freud, es una fuerza constante que actúa todo el tiempo. Por lo tanto, parte desde el interior del organismo, la fuga es ineficaz para su supresión.

En Pulsiones y sus destinos (1914), Freud nos dice que, las pulsiones se encuentran “compuestas” de:

Una fuente, que es la zona del cuerpo desde donde brota la pulsión (boca, ano).

Un empuje: que es la magnitud de excitación puesta en juego por el movimiento pulsional, su “carga”.

Un objeto: que es aquello hacia donde se dirige el movimiento pulsional y que tiene un carácter extremadamente variable.

Un fin: constituido por la satisfacción, que siempre se realiza y que sucede en la propia fuente, en un movimiento de retorno.

Repartidas en una serie de zonas erógenas, las pulsiones recorren, por una exigencia de trabajo para la vida psíquica , un trayecto que, desplazándose en torno al objeto, alcanzan, finalmente, la satisfacción parcial, en la misma fuente.

Entonces, los componentes esenciales de la pulsión, fuente, exigencia de trabajo, objeto, fin, nos lleva a hacer una diferencia con el concepto de instinto: la pulsión no posee un objeto predeterminado por la naturaleza, sino que este es cambiante y esto nos permite hablar de los destinos de la pulsión. Su finalidad es la sastifacción, mientras que el instinto sirve a alguna finalidad útil para la supervivencia o reproducción de la especie.

Por lo tanto, podemos decir que, la cualidad de la pulsión es la de poder cambiar de fin y objeto psicológicamente, por no estar determinada de forma innata, sino gozar de una pasticidad e indeterminación que le posibilitarán una estructuración humana que la haga capaz de alcanzar la meta real, pero corriendo, al mismo tiempo, el riesgo de posibles fijaciones o desviaciones.

En el ámbito de la psicopatología es la prueba más fiel de que, este empuje pulsional en búsqueda de la satisfacción, puede entrar en contradicción con el placer o el bien del individuo, incluso hasta el punto de comprometer su existencia. Los ejemplos de esta verdad freudiana, es la anorexia o las toxicomanías.

Artículo tomado del sitio: Psicología en la Red online [en línea]. Abril 2008 [ref. de 25 de marzo 2010]. Disponible en Internet: http://psicologo-online.blogspot.com/2008/04/el-concepto-de-pulsin-segn-freud.html

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